sábado, mayo 31, 2008

SÓLO FUEGO




Sólo veo fuego,
miro a traves de la ventana y los árboles arden.

La gente corre hacia el mar.

Desde Pio Baroja viene una marabunta
que aúlla y gime,
temen a la sal que escocerá las heridas.


Desde la ventana pienso en que me voy a quedar solo,

yo no puedo arder, me he consumido hace mucho tiempo.

Doy otro sorbo a mi taza de café, un coche explota,

la onda expansiva alcanza a un grupo de niños,
nadie se para a ayudar, corren hacia el mar.


Cuando llegan a Ondarreta su desesperación se acentúa,

el agua es negra, absorbe todo rastro de luz.

La gente ha dejado de correr, se han quedado parados
consumiéndose por el fuego.

Tontos, no saben que un abrazo,
el compartir con alguien
el último momento es la única salvación.
Mi café se está quedando frío, mi microondas no calienta bien,

quizás debería salir a la calle.

viernes, mayo 16, 2008

AÚN PUEDO VERTE

Sigues ahí, inmóvil,
como la última vez que te vi.
La ira acentúa tus rasgos, afila tu rostro;
tu desprecio me hace sentir especial,
me recuerda lo que pudo ser y no fue,
lo cerca que estuve del abismo,
de perder mi esencia de solitario.

Lo que me queda de ti me hace fuerte.
Aún en el error de creer que poseía la verdad
me siento bien conmigo mismo.
Recuerdo las risas, las confesiones,
los silencios entre unos y ceros o humo,
alcohol y música alta.



Ahora miras a otro con lujuria o ternura,
admiración o condescendencia,
fascinación o la ternura que sólo aparece
cuando sabes lo que pasa por su cabeza.

Nunca podrás olvidarme, inmóvil,
como la última vez que me viste.
La pena, la vergüenza y el arrepentimiento
dulcificaba mi rostro, me convertía en un niño inocente.

Me quedo con tu recuerdo, quédate tu con el mio,
como castigo o como epitafio de lo que fue.